Cuando se confirmó el primer caso de covid-19 en Tucumán, el Estado provincial comenzó a implementar estrategias. El objetivo era el de conseguir una detección rápida del virus para evitar la denominada “circulación comunitaria”, que recién llegó de forma oficial el 12 de agosto.
Con ese objetivo preventivo, el área de salud del Gobierno de la Provincia instrumentó un Centro de Monitoreo telefónico para consultas y seguimiento de los pacientes en cuarentena. Además se implementaron operativos estrictos en las fronteras, puntos en los que los médicos centinelas controlaron a más de 200.000 personas.
En tanto, para ampliar y fortalecer la capacidad de respuesta del sistema de salud, se construyeron, en un breve lapso, cinco hospitales modulares para contener a los pacientes infectados o altamente sospechosos y se aumentaron las camas críticas. Así fue que Tucumán atravesó octubre, el mes más crítico en la pandemia, con un promedio de casos superior a los 1.000 contagios diarios, con 415 camas de cuidados críticos disponibles para pacientes adultos. Además se duplicó la capacidad de camas de 2.126 a 4.444. También se construyeron y adaptaron en toda la provincia 77 consultorios de febriles.
“Todo esto permitió atravesar ese período sin enfrentar la saturación del sector”, indicó el gobernador Juan Manzur sobre las acciones. “Se evitó así el colapso sanitario observado en otras partes del mundo”, destacó el mandatario, que no se olvidó de la angustia vivida. “Si bien existieron momentos de tensión, se pudo evitar el ‘dilema de la última cama’, permitiendo que el personal de salud disponga de las herramientas para brindar a cada paciente la atención correspondiente”, afirmó Manzur.
Pero a fin de año el panorama comenzó a ser más esperanzador a nivel mundial con la distribución y aplicación de diferentes vacunas. El 29 de diciembre, el personal de la salud de la provincia que estuvo y se mantiene en la primera línea de trabajo comenzó a recibir la Sputnik V proveniente de Rusia. “Quedará como un día histórico para el país y Tucumán; tiene que ver con las políticas públicas”, dijo en la ocasión la ministra de Salud, Rossana Chahla. Desde esa fecha hasta hoy, entre las vacunas Sputnik V, Covishield y Sinopharm, en Tucumán se recibieron más de 136.000 dosis destinadas al personal de salud público y privado, fuerzas policiales, docentes, mayores de 70 años y pacientes trasplantados (o quienes están a la espera de un trasplante). “La vacunación es una luz, porque con esta herramienta se podrá trabajar en la prevención y así terminar con esta tragedia que fue la pandemia de coronavirus”, destacó Manzur.